Buen viaje, chiquita. (Guy Davenport sobre Balthus)
El sentido erótico de balthus desarma por su literalidad, su explicitud y su huida de lo vulgar o de lo barato de cualquier tipo. Trae hasta nuestro siglo el gusto de Fragonard y de Watteau donde no tenía muchas posibilidades de sobrevivir sino fuera en la sensibilidad protectora y cuidadosa de Balthus. La muchachas y las lecheras de Watteau saben que las estamos mirando y están, para siempre, en un mundo imaginario más allá del nuestro. Las niñas de Balthus, de entrepiernas desnudas, normalmente se miran a sí mismas, provocativas, vulnerables, ni inocentes ni infantiles.
La niña de Los Buenos Tiempos mira su propio yo en desarrollo en un espejo de mano y se sienta de tal modo que el joven que alimenta el fuego verá su ropa interior, si la lleva, cuando se vuelva. Nosotros, sin embargo, vemos a una delgada y encantadora adolescente intentando poner una cara a la que corresponda un efecto.
3 Comments:
At 11:01 a. m., Anónimo said…
todos esperamos que le vaya de lo mejor
At 12:46 p. m., hugo said…
y el tipo avivando el fuego avivado por ella!
a donde vas? feliz viaje
At 2:01 p. m., nor del terror said…
y mira que balthus decia que no eran eróticos... vaya, que o era esa su intención... le creemos?
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